Las nuevas generaciones

17/12/2021

Los jóvenes, entre las expectativas y los frenos

El rector de la UdG, una psicóloga y coach, y un emprendedor y activista ponen en común las visiones sobre la juventud en contraposición con la generación anterior

Las habilidades tecnológicas y las facilidades para adaptarse conviven igualmente con situaciones diarias de injusticia y precariedad

Segundo acto del ciclo #enclaudefutur de El Punt Avui y la Fundación la Caixa.

R. ESTÉBAN / J. FERRER / U. COMAS - GIRONA

El presente y las expectativas de la juventud de la demarcación y de este país centraron el debate Las nuevas generaciones, organizado por El Punt Avui y la Fundación La Caixa ayer por la mañana en Girona. El segundo acto del ciclo #enclaudefutur, estrenado en octubre, permitió captar que los jóvenes no lo tendrán fácil, a pesar de estar aún más preparados que la generación anterior. Habrá trabas, pero habrá caminos para sentirse realizado y "para buscarse la luz", que diría uno de los protagonistas de ayer.

En la sede del CaixaForum, en el barrio Viejo, agentes del mundo político, social, educativo y económico de la demarcación tuvieron la oportunidad de tomar la palabra al final de un acto que condujo al periodista Jordi Grau y con tres ponentes de alto nivel: el rector en funciones de la Universidad de Girona (UdG), Quim Salvi, reelegido recientemente; la psicóloga y coach Joana Frigolé, y el emprendedor y activista Mohamed el Amrani.

Quim Salvi otorgó a la educación un papel fundamental si se quiere mejorar la sociedad. "Es la mayor palanca de transformación social", aseguró. Consecuentemente –argumentó–, dar facilidades para que se pueda acceder a la educación, especialmente la superior, debe ser un objetivo prioritario. Para él, el reto de la Universidad de posibilitar el encaje de los graduados en los sectores culturales, sociales y económicos es especialmente difícil debido a la crisis.

En este sentido, Salvi recordó que la crisis por la pandemia ha llegado cuando todavía no nos habíamos recuperado de la de 2008. En cualquier caso, recomendó estudiar como inversión de futuro. “Existe una correlación muy clara entre empleo y educación. Cuanta más educación, mejor empleo y cuanto más educación, mejores salarios”, aseguró como norma general, aunque matizó que no siempre se cumple. La UdG –indicó– está facilitando la transición al mundo profesional con herramientas como una plataforma de inserción laboral (cada año hay 1.700 ofertas de trabajo) o los convenios de prácticas (más de 3.000 alumnos lo hacen, cada curso), teniendo en cuenta que ahora el mercado laboral no es el territorio del entorno, sino que es un mercado globalizado. "Nuestros graduados son aceptados, estamos haciendo las cosas bien", aseguró.

La aceleración de los cambios

Salvi señaló una dificultad añadida que tienen los jóvenes a la hora de integrarse en el mundo profesional, como es la aceleración de los cambios tecnológicos y sociales, que si hasta hace poco se producía de forma “lineal” ahora es “exponencial ”. "Tienen más capacidad de adaptación que nosotros [la generación], pero es complicado." La inestabilidad que provoca esta incertidumbre y que no hemos educado para hacer frente a las dificultades –continuó– es uno de los factores que explicarían el afloramiento de problemas emocionales. A raíz de la covid, en la UdG se hace terapia de grupo, muy pedida por los propios estudiantes, indicó.

Durante el debate surgió la cuestión de las dificultades económicas que para acceder a estudios superiores tienen muchos jóvenes, especialmente los inmigrantes, y al respecto Salvi aseguró que la UdG pone “especial atención en el compromiso social”, que incluye la atención a los más vulnerables. Prueba de ello sería que en la actualidad hay 30 chicos y chicas que carecen de la matrícula pagada y disponen de 600 euros mensuales gracias a la colaboración de diferentes entidades. Salvi, sin embargo, admitió que esto no es suficiente. “Las administraciones públicas debemos hacer hincapié en las personas vulnerables para acompañarlas y no dejar a nadie atrás. Cuando una sociedad deja a personas vulnerables atrás y se aumentan las dificultades, se va convirtiendo en una sociedad cada vez más pobre”, afirmó.

La coach Joana Frigolé, clara y directa, dijo lo que pensaba. “He estado muchos días preparando esto y retocándolo. Él llega aquí con un blog y ya está”, explicaba la autora del libro ¡Pon luz en tu vida. Genera emociones y conversaciones positivas. Se refería al compañero de mesa más joven, el rosinco El Amrani.

El acto en CaixaForum trató de expectativas vitales, entre otras cosas. “Mi trabajo, el de coach, hace quince años que no existía”, dijo Frigolé, que tampoco sabía –ni ella ni nadie– que estaría la cóvida. Por eso, su generación, la primera con grandes conocimientos, ha "nadado en la abundancia y no siempre ha llegado a ser feliz".

El talento de la demarcación no tendrá límites a la hora de abrirse y trabajar: "La nueva generación no crecerá en altura sino que crecerá en todo el mundo." Frigolé explicó que el martes había estado con un directivo gerundense de una empresa emergente (start-up) que ha facturado un 30% más que el año anterior. La directora de recursos humanos de esta empresa está en la India. “Esto ocurrirá [en el futuro]. Ya no ocurrirá que soy hijo de..., que aquí en Girona pasaba, o de pedir referencias. Esto ya no tendrá sentido. Lo que valdrá será la parte relacional.”

De expectativas, pero también de trabas, se habló ayer. Frigolé se refirió a que, finalmente, se hable de salud mental y cuestiones como la esquizofrenia o el suicidio. “Antes no se hablaba de ello. En cuanto un hijo sufre la madre le lleva al psicólogo. Al final nos pasamos.” La psicóloga también explicó que trabajos como los del ámbito de la psicología, la educación, la medicina o los cuidados tendrán futuro. “No es necesario realizar todas carreras tecnológicas. Ellos [los jóvenes] hablan abiertamente de sus emociones. Y en nuestra generación, en cambio, existe un gran desconocimiento”, expuso con claridad.

El activista social Mohamed el Amrani, presidente de la asociación Azahara de Salt, describió la realidad de los jóvenes –en concreto de los inmigrantes– de forma muy crítica. Mencionó, entre otras cuestiones, la dificultad para acceder a un alquiler (frente a un apellido marroquí cierran puertas) o el acceso laboral limitado casi exclusivamente a trabajos precarios. El ascensor social, para ellos –aseguró–, es casi imposible porque, al menos en las comarcas de Girona, los orígenes familiares lo impiden.

Desde su punto de vista, la pobreza es hereditaria: "Tu origen condiciona tu futuro." El Amrani es del parecer que las administraciones no se han adaptado a los nuevos tiempos, y de los jóvenes –no sólo de los inmigrantes– se tiene todavía la imagen estereotipada de la década de los 70 o 80, “del chico que escucha rap mientras va con un skate”. Y la inmigración –dijo– se está gestionando hace cincuenta años. “El mundo ha cambiado. Ya no es una cuestión de acogida, sino de inclusión.” Por consiguiente, en el proceso de construcción de la identidad de esta inmigración que se siente catalana en el día a día se encuentran con situaciones que lo hacen difícil. No se están ejecutando políticas que respondan a la realidad. En referencia a la universidad, dejó claro que el joven inmigrante lo máximo que puede aspirar es a ciclos profesionalizadores y no prevé llegar a una facultad.

"Si no hay luz, la busca"

Sin embargo, todos estos argumentos, El Amrani, que se considera una persona optimista, señala que se está en un momento “muy interesante de cambio y de transformación” con jóvenes que tienen ganas de construir. “Es una generación que si no hay luz, la busca; si no existe un canal de comunicación que recoja sus inquietudes, lo crea; si no se ven reflejadas sus expectativas, las genera”, una generación –concluyó– que nos abre las puertas hacia un mundo seguramente más consciente y hacia una sociedad más inclusiva. Y todo esto –señaló– en un momento en el que crecen unas fobias que ponen el foco en la inmigración. Amrani está convencido de que esta generación ayudará a transformar la polarización contra la inmigración en una sociedad más inclusiva.

En cuanto a la salud mental de los jóvenes, se desconfía de los discursos que últimamente se oyen provenientes de la clase política porque sospecha que simplemente es “postureo”, puesto que se habla pero no se emprenden acciones concretas. "La causa de fondo es la emergencia social."